Cuando nos enfrentamos a una entrevista laboral tenemos que tener en cuenta desde la vestimenta y lo arreglados que vamos hasta cómo nos comunicamos de forma verbal y no verbal. En un período muy corto de tiempo debemos de ser capaces de conquistar a nuestro reclutador y es importante no ofrecer información de carácter personal que pueda perjudicarnos a la hora de ser elegidos para el puesto.

Desde Gi Group os detallamos los aspectos que no tienes por qué responder si te resulta incómodo o simplemente no quieres hacerlo en una entrevista de trabajo:

  • Vida sentimental: No hay que dar explicaciones acerca de nuestra situación sentimental, ya que al entrevistador no le interesa si estamos casados, separados o solteros. De la misma manera que no se deben consentir por parte del reclutador por ser ilegales, las preguntas relacionadas con los planes familiares.
  • Situación financiera: Una entrevista de trabajo no es el momento para hablar de nuestra situación económica. La inseguridad en este punto puede provocar que nuestras posibilidades se minimicen.
  • Problemas legales: Los problemas con la justicia tampoco deben tratarse en una entrevista laboral, ya que pueden generar falta de confianza en nuestro reclutador.
  • Enfermedades: Si has sufrido una operación o tienes algún tipo de enfermedad no tienes por qué explicarlo en la primera toma de contacto.
  • Política y religión: La postura política y la religión son dos temas que tampoco son relevantes a la hora de que te contraten para un puesto de trabajo.
  • Problemas en el antiguo trabajo: Es necesario que mantengamos una actitud políticamente correcta cuando nos pregunten por nuestro antiguo trabajo. Es importante que no hablemos mal de nuestros anteriores compañeros o de nuestro ex jefe, ya que la fidelidad y lealtad en el trabajo está muy bien valorada y lo contrario podría generar desconfianza.

Si al acudir a una entrevista laboral el reclutador pregunta directamente por estos temas, no tenemos por qué preocuparnos. El no contestar las preguntas, no es un signo de debilidad, al contrario, si se hace de una manera correcta, demostramos seguridad y confianza en nosotros mismos.

¿Cómo evitar responder, haciéndolo de forma correcta?

Puedes por ejemplo contestar con tacto y de forma calmada que son respuestas que aducen a tu vida personal y por tanto es información que preferirías reservarte. Otra opción es re-preguntar por qué este dato sería relevante para la realización de las funciones que el puesto conlleva, eso sí, siempre haciéndolo de forma educada.